lunes, 4 de agosto de 2008

Calentamiento Global II

EFECTO INVERNADERO.- La Tierra se comporta como la instalación de un vivero de plantas cultivadas. Dentro de un invernadero la temperatura es más alta que en el exterior porque entra más energía de la que sale. Gracias a algunos gases atmosféricos, la temperatura del planeta es de unos 15ºC y si la atmósfera no existiera sería de – 18ºC.
O sea, que este efecto hace que la temperatura que hay en la superficie de la Tierra y que permite la vida de todos los seres sea regulada en forma natural (por la misma naturaleza) y que esta diferencia sea de 33ºC mayor que la que tendría si no existieran los gases invernadero en la atmósfera ( delta –18º + 15º = 33º ).

El efecto invernadero se origina porque la energía que llega del sol, al proceder de un cuerpo de mayor temperatura, está formada por ondas de frecuencias altas que traspasan la atmósfera con facilidad. La energía que vuelve hacia el exterior, desde la Tierra, al proceder de un cuerpo más frío, está en forma de ondas de frecuencias mas bajas, y es absorbida por los gases con efecto invernadero.

Esta retención de la energía hace que la temperatura sea más alta, aunque hay que entender bien que, al final, en condiciones normales, es igual la cantidad de energía que llega a la Tierra que la que esta emite. Si no fuera así, la temperatura de nuestro planeta habría ido aumentando continuamente, cosa que, no ha sucedido.
Sencillamente el efecto invernadero permite que la energía que llega a la Tierra sea "devuelta" lentamente, siendo "mantenida" más tiempo junto a la superficie y así regulando la temperatura.

Los gases invernadero, fenómeno natural y vital para la biosfera, son :
el óxido nitroso (N2O) presente en un 6%, utilizado en fertilizantes para cultivos.
el metano (CH4) presente en un 18%, producto de la descomposición de seres vivos (ganadería) y de la basura.
el ozono (O3) troposfèrico, en un 12% causado por el efecto de los rayos solares sobre la polución atmosférica.
el dióxido de carbono (CO2) presente en un 50%, producido por la quema de combustibles fósiles, como el carbón, la nafta y la madera.
los clorofluorocarbonos (CFC) en un 14%, utilizados en heladeras y aerosoles, éstos últimos creados por el hombre y

el vapor de agua (H2O).

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