sábado, 29 de noviembre de 2008

Los CIEGOS podràn VER

Desarrollan retinas artificiales que permitiràn
a los ciegos poder ver
Anteojos de sol con cámaras incorporadas y electrodos en el ojo operan el milagro.
Un equipo de científicos japoneses ha desarrollado un sistema de visión artificial que permite hacer llegar señales visuales al cerebro. Consiste en unas gafas de sol que llevan incorporadas unas cámaras de filmación de imágenes y poseen unos electrodos que se implantan en el ojo con una cirugía poco invasiva. Cada electrodo tiene una resolución similar a la de un píxel de imagen digital, y los científicos esperan llegar a implantar hasta 100 electrodos en unos años, lo que supondría que un ciego podría distinguir objetos con nitidez a 30 centímetros de distancia.
Su comercialización está prevista para el año 2012.
Científicos japoneses han desarrollado un sistema de visión artificial para ciegos o personas con la vista deteriorada que hace llegar las señales visuales al cerebro, informa la revista The Inquirer. El fabricante de productos oftalmológicos de Japón, Nidek, el profesor Yasuo Tano, de la Universidad de Osaka y el profesor Jun Ota del Instituto Nara de Ciencia y Tecnología trabajaron conjuntamente en el desarrollo de este sistema, que está compuesto por unas gafas de sol que llevan incorporadas unas cámaras que filman las imágenes de aquello que se encuentra delante del sujeto y un dispositivo electrónico que convierte estas imágenes en señales digitales. Además, el sistema incluye el implante en el ojo de un juego de electrodos de cuatro milímetros cuadrados que estimulan el nervio óptico, informa Nikkei.net. Una vez que las señales alcanzan el cerebro, el paciente puede ver de nuevo.

Tal y como se explica en la página web del Proyecto de Visión Artificial que dirige Yasuo Tano, los electrodos son implantados en la cavidad vítrea para la estimulación efectiva de la retina utilizando corrientes transretinales.
La ventaja del método consiste en que el tratamiento quirúrgico para la implantación de dichos electrodos es poco invasivo y permite obtener un amplio campo de visión. Los electrodos son flexibles gracias al uso de chips de circuitos integrados. La calidad de la visión conseguida por el sistema depende del número de electrodos que se implanten en el ojo. Cada uno de estos electrodos es comparable con un píxel de la fotografía digital, es decir, con la menor unidad en la que se descompone cualquier imagen digital.
La segunda generación del Nidek llevaba nueve electrodos y fue probada en 2005 en la universidad de Osaka con pacientes que fueron capaces de ver luz.

Centro de ENERGIA renovable e ilimitada

Crean una Isla de Energía para extraer del mar fuentes de Energia renovables
Aprovecha la diferencia de temperatura del agua oceánica para producir electricidad
El diseño se compondría de una planta de conversión de energía termal junto a turbinas eólicas, paneles solares y turbinas acuáticas, que apoyarían el funcionamiento de la primera. La planta de conversión de energía explota la diferencia de temperatura que hay entre la superficie oceánica y el agua que está en las profundidades para hacer funcionar turbinas de vapor que generarían la electricidad. Estas Islas de Energía, de 600 metros de largo y que necesitarían un inversión de 600 millones de dólares, también funcionarían como plantas desaladoras.
Los océanos almacenan abundante energía en forma de viento, olas y sol. Todas estas fuentes energéticas podrían unirse en unos complejos llamados Islas de Energía: una especie de plataforma petrolífera de la que en lugar de extraer el “oro negro” se podrían extraer fuentes de energía renovables. Este es el concepto ideado por el ingeniero Dominic Michaelis. La idea surgió cuando Michaelis se dio cuenta de que el desarrollo de la conversión de energía termal (OTEC en inglés), un proceso en el que se bombea agua fría desde las profundidades del océano para generar electricidad, iba demasiado lento.
El OTEC se basa en la idea de explotar las diferencias de temperatura entre las aguas profundas y superficiales para generar energía eléctrica. Las aguas poco profundas del océano pueden llegar a calentarse hasta los 29ºC en los trópicos. Sólo un kilómetro por debajo de estas cálidas aguas, la temperatura es significativamente más baja, con caídas frecuentes por debajo de los 5ºC. Estas diferencias extremas de temperatura se emplearían para hacer funcionar turbinas de vapor, que activarían los generadores para producir electricidad. Los expertos estiman que, un día cualquiera, los 60 millones de km2 de superficie ocupada por los mares tropicales, absorben una cantidad de radiación solar equivalente a 250.000 millones de barriles de petróleo.
La Isla de Energía que Michaelis está diseñando tendría una planta de OTEC en el centro, pero estaría rodeada por una plataforma de unos 600 metros de largo en la que también habría turbinas eólicas y colectores solares. Se instalarían turbinas acuáticas para captar la energía del agua que se movería alrededor de esa gran estructura.

Según Michaelis, una de estas estructuras con forma hexagonal podría generar 250 megavatios, lo suficiente para abastecer a una pequeña ciudad. Pero si varias islas se unieran formando un pequeño archipiélago, se podría crear un pequeño puerto para que atracaran barcos o un hotel “verde” para los turistas. La principal razón por la que Michaelis está detrás de este proyecto es para impulsar la construcción de una planta de OTEC. “La principal ventaja de esta tecnología sobre otras basadas en el mar es que es constante, funciona las 24 horas del día” comenta en declaraciones a LiveScience. Esto es debido a que no se basa en el sol, en el viento o en las olas, sino en la diferencia de temperatura que hay entre el agua de la superficie oceánica, calentada por el sol, y el agua que está en las profundidades. El agua caliente es tomada de los alrededores de la Isla de Energía y usada para evaporar un fluido, que puede ser la propia agua del mar o amoniaco. El vapor resultante de este proceso empuja una turbina que produce electricidad. Pero el proceso no termina ahí. Para volver a condensar de nuevo el vapor en un elemento líquido, se bombea agua fría extraída de debajo de la superficie oceánica. Esta condensación crea una caída de presión que permite que más vapor pase a través de las palas de la turbina, generando de nuevo electricidad.
El proceso es muy parecido al que se puede ver en una planta nuclear, sólo que en estas instalaciones la diferencia de temperatura es mucho mayor.
La primera planta OTEC fue construida en 1930 en la costa de Cuba y producía 22 kilovatios de energía. Sólo unas cuantas plantas han sido construidas desde entonces, la mayor de las cuales estaba en Hawai y genera 250 kilovatios. Ninguna está ahora operativa.
La Isla de Energía también se usaría como planta desaladora, aprovechando el ciclo de evaporación-condensación. Michaelis calcula que, por cada megavatio de energía producida, una planta OTEC proporcionaría más de un millón de litros de agua fresca.
En la actualidad, Michaelis está buscando financiación para su proyecto. Una de las islas necesitaría una inversión de 600 millones de dólares.