lunes, 6 de septiembre de 2010

LOS BOSQUES son la solución

"SEMBRANDO ÁRBOLES, SEMBRAMOS VIDA" Profesor ENRIQUE LUIS LICCARDI SAÑUDO
Los bosques son la mejor solución
para combatir el cambio climático
En cien años podrían recuperar los niveles de CO2 de la era preindustrial.
El Congreso Mundial de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) celebrado en Seúl ha vuelto a poner de manifiesto la importancia que tienen los bosques en la lucha contra el cambio climático. No sólo por su poder de almacenar CO2, sino porque su deforestación supone una quinta parte de las emisiones mundiales

En la lucha contra el cambio climático los bosques pueden jugar un papel esencial. En primer lugar, porque son un gran almacén de CO2 (dióxido de carbono) y su uso bien gestionado puede reducir notablemente los niveles de este contaminante. Y, en segundo lugar, porque la deforestación y degradación son responsables de una quinta parte de las emisiones mundiales: más que la de todo el sector mundial del transporte.


Así ha quedado de manifiesto, durante el XXIII Congreso Mundial de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) celebrado en Seúl, en el que cerca de 2.700 participantes de más de 90 países han presentado sus trabajos de investigación en campos como el cambio climático, biodiversidad y uso sostenible del bosque, bosques, comunidad y culturas o bosques, salud y seguridad ambiental. Informa Tendencias XX.
Según el responsable Forestal de la FAO, Eduardo Rojas, "un uso adecuado de los recursos forestales podría llevarnos a recuperar los niveles de CO2 atmosféricos de la era preindustrial en sólo 100 o 150 años". Pero no sólo mediante la conservación de las áreas forestales que existen se puede luchar contra el cambio climático. También, mediante el uso sostenible de productos del bosque para la construcción o la producción de energía, contribuye a reducir las emisiones al sustituir otras fuentes de mayores tasas de emisión (acero, hormigón, plásticos).

Tal es su importancia, que el Fondo Monetario Internacional ha dispuesto un fondo de inversión de más 100.000 millones de dólares para la creación de incentivos a la conservación de los bosques a través del mecanismo REDD+ (Reducción de Emisiones debidas a la Deforestación y Degradación de los Bosques), después de los compromisos surgidos en la Cumbre sobre Cambio Climático (COP 15) celebrada en Copenhague en diciembre de 2009.

Pero, tal y como ha quedado de manifiesto en el Congreso, reducir la deforestación requiere de la participación activa de las comunidades asociadas a ellos, la regulación de los derechos sobre la tierra, la mejora de las condiciones de gobernanza, la integración de los actores y escalas locales, regionales y nacionales y el manejo de los recursos a escala de paisaje. En definitiva, generar los mecanismos que hagan posible una vinculación entre las necesidades mundiales con los bosques y las comunidades que los habitan y aprovechan requiere del desarrollo de proyectos complejos. De hecho, los grupos indígenas observan REDD+ con desconfianza y recelo pues ven en este interés económico por los bosques una nueva amenaza a su soberanía sobre los recursos que manejan desde tiempos inmemoriales.
Durante el Congreso también se han abordado las aportaciones relacionadas con los bosques, la salud y la seguridad ambiental. Se presentaron evidencias científicas que constatan el binomio bosques y salud. El Instituto de Investigación para la Medicina Natural Coreana, por ejemplo, ha demostrado que 2 o 3 días en la naturaleza aumentan los niveles de serotonina, un neurotransmisor que reduce la depresión, los desordenes digestivos y la agresividad.