lunes, 9 de agosto de 2010

La Educación Técnica en la República Argentina

La EDUCACIÓN TÉCNICA
en nuestro País
por Enrique Luis Liccardi Sañudo
INTRODUCCIÓN.-
Los cambios producidos después de la segunda guerra en el escenario mundial llevaban a una transformación social pasando de la sociedad tradicionalista a la sociedad moderna. La idea primero y el programa desarrollista después llevaba a la construcción de aquella sociedad moderna con instituciones democráticas que gestarían el desarrollo económico y social de las poblaciones del orbe. Para ello el centro motor debía ser el Estado, dinámico, emprendedor, empresario, director, regulador, distribuidor y hasta planificador. Para que este programa desarrollista tuviera éxito debía apoyarse en la gente e instalarse en los discursos políticos y en los medios de comunicación, la idea de un cambio. Y es aquí donde la Escuela asume la responsabilidad y el protagonismo de cambiar lo tradicional por lo moderno.
EDUCACION.-
Todo el sistema educativo recibe la asignación de nuevas funciones: difundir, instalar, comunicar nuevos valores modernos a partir del “cambio” que se produce en la sociedad. Para ello el Estado no repara en esfuerzos y se planifica una centralización del sistema, con incrementos en el presupuesto y en la financiación de la infraestructura escolar, ampliación de la matrícula, campañas de alfabetización para jóvenes y adultos, profesionalización, formación docente y de recursos humanos.
También se entendía que el desarrollo industrial no podía sustentarse sin personal de alta capacitación técnica y éstos deberían provenir de la educación sistémica a cargo del Estado (pues era su obligación y las empresas no podían volcar los costos de formación al precio final de cada producto pues perdían competitividad).
La creación de las escuelas de educación técnica, tenían como objetivo la formación de técnicos calificados para la industria. Su estructura era de seis años de estudio, con un ciclo básico de tres años (equivalente al del bachillerato) y un ciclo superior de especialización de tres años egresando como técnico químico, mecánico, electricista, textil, metalúrgico, de motores, maestro mayor de obras y especialidades agrarias.
El Ciclo Básico cumplía una importante función:
Primero, ponía al alumno en contacto con las distintas manualidades, educando no sólo la motricidad fina, sino también despertando en ellos el gusto por la actividad manual. Segundo, el mismo alumno, observado, guiado y conducido por los maestros y profesores, iba descubriendo aquellas actividades para las que tenía condiciones y en las que le gustaría desempeñarse en el futuro.Por otra parte, al término del Ciclo aquellos alumnos que no tuvieran condiciones para seguir el Ciclo Superior o que descubrieran que no eran para ellos las actividades manuales, podían cursar lo que era el 4º año de término, que tenía dos orientaciones: una técnica, que formaba auxiliares técnicos en las distintas ramas, o el 4º año humanístico, donde cursaban las materias teóricas necesarias para completar los estudios que les permitieran seguir estudiando en las escuelas nacionales (bachilleres) ó en las comerciales (peritos mercantiles).
Los egresados del Ciclo Superior podían seguir sus estudios universitarios. Como se puede observar, los cursos estaban articulados horizontal y verticalmente con el objeto de no perder de vista en ningún momento la formación del alumno.

HISTORIA.-
Los orígenes de la educación técnica en Argentina se remontan a las antiguas escuelas de artes y oficios (surgidas por iniciativa de Don Bosco y dirigidas por los padres salesianos), también en la antigua formación artesanal de la Casa de Niños Expósitos, en escuelas agrarias, en la Escuela del Ferrocarril del Oeste y en el Colegio Industrial Otto Krause de fines del siglo XIX. Asimismo, se ubican las Escuelas Fábricas y la Universidad Obrera del primer peronismo. Cabe señalar la importante modificación que el peronismo realizó en el sistema educativo, que fue la creación de un circuito de enseñanza técnica en manos del Estado.
En 1944 se dicta el decreto 14.538/44, que crea la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) y la Dirección General de la Enseñanza Técnica (DGET) e instituye el impuesto al aprendizaje con la sana idea de favorecer la industrialización del país, (y luego el impuesto a la educación técnica). Dicho decreto, modificado posteriormente tomando la forma de ley, establecía que toda empresa manufacturera debía abonar el 1 % (y después, el 8 ‰ [ocho por mil]) de todo aquello que pagara como sueldo para un fondo que se iba a destinar a fomentar la formación de personal técnico.
De esta forma, el peronismo había sido capaz de dar una respuesta satisfactoria al problema irresuelto de la relación educación-trabajo. A partir de aquí se origina el punto de inflexión para dar respuestas a la necesidad de una vinculación productiva entre el sistema educativo y mundo del trabajo.
Continuando la actitud centralista del Estado, en el año 1958 se organizó el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), órgano de dirección y planificación, del que dependían todas las ENET (Escuelas Nacionales de Educación Técnica) del país. Y con el fin de unificar todas las actividades educativas que apuntaban hacia un mismo fin, el 15 de noviembre de 1959 se promulga la ley 15.240, que lo crea. El 15 de noviembre se conmemora aún hoy, el día del aprendiz ó el día de la educación técnica.
El CONET era un cuerpo colegiado, con un presidente designado por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, y vocales en representación del gobierno nacional, de la industria y de la central sindical. Todos los vocales debían exhibir al menos dos años de experiencia como docentes en la educación técnica. En la dirección estaban representadas las fuerzas (estado, industria, trabajo) interesadas en el desarrollo y formación de recursos humanos a fin de que las escuelas tuvieran respuesta inmediata a las demandas locales y de la región.
El CONET, con un importante presupuesto producto del impuesto para la educación técnica, encaró una enorme tarea. Para ello convocó a un grupo de excelentes profesionales que con suma dedicación comenzó a preparar los planes y programas para las distintas especialidades, como así también nombró, previa selección, al personal para las escuelas y cursos que se crearon. A partir del momento de la creación del CONET las escuelas industriales o fábrica existentes, y las que se crearon posteriormente, pasaron a llamarse Escuelas Nacionales de Educación Técnica (ENET).

********CONTINÚA e n PARTE II********

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