martes, 29 de julio de 2008

Educaciòn y Seguridad Vial

Podemos definir la Educación Vial como parte de la Educación Social, siendo base de la actuación ciudadana, pues trata de crear hábitos y actitudes positivas de convivencia, de calidad de vida, calidad medioambiental y de Seguridad Vial

La generalización del fenómeno circulatorio, además de progreso, rapidez y comodidad, genera problemas. El principal, son los accidentes de tráfico, y el factor humano el causante. Para solucionar este problema de salud pública, una de las líneas de actuación es la adquisición de Valores Viales en los ciudadanos, algo que constituye un paso más que el conocimiento de normas y señales de circulación. El mejor camino para la formación de una conciencia vial, es la Educación.
Hemos seleccionado algunas premisas y conductas que debemos aplicar para mejorar la calidad de vida en la vía pública y que nos permitirán incrementar las posibilidades de sobrevivir ante un accidente. Sabemos que hay más, desde ya. Si Ud, las conoce y cree que también son importantes póngalas en práctica. La aplicación generalizada de las que proponemos, resulta un excelente primer paso y el cambio de “nuestra actitud” frente al problema.

COMO PEATÓN:
Oblíguese a cruzar siempre por las esquinas, mirando el tránsito circulante. Imagine a la calzada como un enorme foso o abismo y a la senda peatonal o a la prolongación ideal de la vereda en la esquina como “puentes”.

COMO PASAJERO:
USE el instrumento de seguridad personal previsto para el tipo de vehículo (cinturón de seguridad en autos y taxis y el casco en motos, cuatris y ciclomotores). Evite en la medida de lo posible viajar en vehículos que no los posean. Exíjalos.
Imagine que a 40 km/h Ud. está caminando por la cornisa de un tercer piso. Si se cae el impacto sería igual al del choque de su vehículo.

COMO CONDUCTOR: (Considere que Ud. es el que aporta el Riesgo)
No permita que nadie viaje en su vehículo sin colocarse el instrumento de seguridad (cinturón o casco según corresponda)
Controle siempre la velocidad a la que se desplaza y modérela en áreas urbanas. Piense que a partir de los 100 km/h ante un impacto, su vida y la de los que lo acompañan “tienen echada la suerte…”, aún con cinturón y airbag.
Respete y Proteja siempre al peatón y ciclista, aún cuando se equivoquen al actuar. Imagine en ellos a sus seres queridos. Es muy probable que ellos enfrenten esa situación cotidianamente.

COMO USUARIO: (en cualquier rol)

Sea cortés y suponga siempre el “error” antes que la “mala intención” en el comportamiento de la otra persona. ¿Acaso Ud. nunca se equivoca?
Mire siempre más allá de “la punta de su nariz”.
Transitar es una actividad compleja y de muchos actores. No son sólo Ud. y quien lo precede. Observe todas las circunstancias y anticípese a los problemas.

Le pedimos que reflexione sobre estas premisas y conductas que le proponemos.
Si las comparte, aplíquelas (no le será fácil, años de malas costumbres conspiran contra ellas) y por favor, trasmítalas.
Por su vida, nuestra vida y la de nuestros hijos.

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