viernes, 10 de octubre de 2008

La AURORA BOREAL

La aurora es un brillo que aparece en el cielo nocturno, usualmente en zonas polares.
Su nombre proviene de Aurora la diosa romana del amanecer, y de la palabra griega Boreas que significa norte, debido a que en Europa comúnmente aparece en el horizonte de un tono rojizo como si el sol emergiera de una dirección inusual.

La Aurora Boreal, comúnmente ocurre de septiembre a octubre y de marzo a abril. Su equivalente en latitud sur es la Aurora austral y posee propiedades similares.
En la Laponia noruega, uno de los lugares del mundo en los que se tienen más probabilidades de avistar las auroras boreales, cuenta la leyenda que estos fenómenos atmosféricos son las chispas que provocan las colas de los zorros árticos al rozar la nieve al galope.

En el sur de Suecia se dice que los forman los saamis (pobladores indígenas de Laponia) cuando persiguen a los rebaños de renos por las montañas, y los inuit de Groenlandia las toman por las almas traviesas de los niños que mueren al nacer.

La ciencia, mucho más prosaica, asegura que se originan cuando las partículas cargadas de electricidad procedentes del sol son guiadas por el campo magnético de la Tierra e inciden en la atmósfera cerca de los polos. Cuando estas partículas chocan con los átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno, los componentes más abundantes del aire, parte de la energía de la colisión excita a esos átomos a niveles de energía tales que, cuando se desexcitan, devuelven esa energía en forma de luz visible que se proyecta en la ionosfera terrestre. Una espectacular aurora boreal ilumina el paisaje de la Laponia sueca

Quienes han tenido la suerte de ver una aurora boreal sentencian que se trata de la obra maestra más emocionante que regala la Naturaleza.

Este espectacular fenómeno atmosférico puede verse principalmente entre septiembre y finales de marzo, rondando la medianoche, cuando el cielo está despejado y hace frío —pero no demasiado— en los alrededores del Polo Norte geográfico —entre los 60 y 75° de latitud Norte—, aunque a menudo se aprecian muy por debajo del Círculo Polar. La mejor época en la Laponia finlandesa, Islandia y el norte de Suecia y Noruega son los meses de octubre, febrero y marzo, mientras que en el sur de Groenlandia pueden llegar a verse casi a diario en septiembre y octubre.

Verdosas, rojizas o violáceas, las auroras boreales son el objetivo de muchos de los turistas que llegan a estos destinos u otros como Alaska, Canadá y hasta Siberia. Aparecen sin previo aviso. Primero, como una tenue cortina de brillo, y después, como una llamarada de luz que baila y cambia de forma en mitad de la noche cerrada, y que dura desde unos minutos hasta más de una hora. Nunca se tiene garantía absoluta de que se vayan a ver, porque su majestad es muy suya, pero cada una que se logre avistar será única, ya que jamás se darán dos auroras boreales exactamente iguales. La aurora boreal, dicen los afortunados que la han visto, deja huella: una vez que se ha pedido un deseo y hasta que se cumple, siempre te acompaña allá donde vayas.

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